Derecho de la competencia
El Derecho de la competencia (en Europa cvonocido comoCompetition Law y en EE.UU. como Antitrust Law) es la rama del Derecho que se encarga de regular el comercio mediante la prohibición de restricciones ilegales, la fijación de precios y monopolios. Busca promover la Competencia entre las empresas existentes en un mercado y el fomento de la calidad de bienes y servicios al menor precio posible, garantizando una estructura de mercado y formación de precios eficiente.
El "Antitrust" tiene su origen en el Derecho de los Estados Unidos. El nombre se debe a que esta rama del Derecho fue creada para combatir los trust de comercio. Posteriormente, otros países adoptaron el Antitrust en su ordenamiento jurídico, utilizando otros términos como "leyes de competencia", "de libre competencia" o "antimonopolios". En la actualidad, la mayor parte de los países industrializados y algunos países en desarrollo tienen leyes Antitrust.
El objetivo del Derecho de la competencia es promover la "competencia justa" entre las empresas. Ha tenido un efecto importante en las prácticas empresariales en los países donde se ha adoptado. Basadas en la premisa que el comercio libre beneficia tanto a consumidores, empresas y la economía en general, la ley prohíbe distintos tipos de restricciones comerciales y el abuso de monopolización.
Desde un punto de vista general, estas restricciones pueden ser de cuatro tipos distintos: acuerdos horizontales entre competidores, acuerdos verticales entre compradores y vendedores, el abuso de una posición dominante monopolio, y las Fusiones y adquisiciones. En el caso europeo se prohíben también las ayudas de Estado.
Unión Europea
Algunos autores sostienen que el modelo europeo de Antitrust se articuló por primera vez en Austria a finales del siglo XIX (desde donde se fue implantando al resto de Europa y nació como rechazo al modelo estadounidense, basado en la Sherman Act.
En cualquier caso, los países europeos empezaron a interesarse verdaderamente por el Antitrust más tarde que en EEUU, puesto que las empresas europeas eran de menor tamaño y por lo tanto el riesgo de cartel o abuso era mucho menor. No fue hasta bien entrado el siglo XX que los distintos países empezaron a desarrollar sus propias leyes antitrust. Con la firma del Tratado de Roma en 1957, se impulsó la integración económica y la creación del Mercado Único y con ellos un proceso de liberalización y privatización de las empresas que aún hoy sigue vigente. Se fue impulsando así las fusiones y adquisiciones entre empresas (nacionales o europeas) y por tanto, la aparición de empresas más grandes. Así, se fue acrecentando el interés europeo por el Antitrust.
En la actualidad, el ejercicio de la política de la Competencia en la Unión Europea está normado por el Reglamento 1/2003. Éste establece, en primer lugar, en qué casos corresponde actuar a las autoridades europeas o nacionales. En general, son competencia de las autoridades nacionales los casos que afectan al comercio del Estado Miembro únicamente (siendo este criterio especificado en dicha Reglamento, que resreva a las autoridades europeas los casos que afectan a más de un Estado Miembro. En segundo lugar, permite que cada Estado miembro mantenga sus propias leyes, siempre y cuando éstas no sean contrarias al Derecho Comunitario Europeo, hoy desartrollado a través del tratyado de Funcionamiento de la Unión Europea. Este último punto permitiría incentivar la innovación, por ejemplo mediante la creación de nuevas normas jurídicas que no existieran, de las distintas agencias europeas.
REFERENCIAS
- Artículo 81 del TCE (actualmente TFUE).
- Reglamento del Consejo Europeo 1/2003
- Whish, R. (2003): Competition Law. 5a Edición. Editores: Lexis Nexis, Londres.