Diferencia salarial de género: brecha salarial
1. Diferencia Salarial de Género
La diferencia salarial de género, también conocida como brecha salarial, es la desigualdad en la retribución media, es decir, salario más complementos, entre hombres y mujeres.
Está definida por la Comisión Europea como la diferencia media entre el salario de los hombres y de las mujeres por hora. Para estudiar en profundidad este tema es importante diferenciar entre la brecha salarial ajustada y la no ajustada:
- Brecha salarial ajustada: hace referencia al resto de las diferencias salariales que no pueden ser explicadas por variables que se suponen que inciden en el salario y que se deben a opciones personales.
- Brecha salarial no ajustada: no tiene en cuenta las diferencias personales a la hora de establecer la comparación, como por ejemplo, edad o educación, ni tampoco las características del puesto de trabajo, como por ejemplo, sector de actividad. Una parte de la brecha salarial no ajustada puede atribuirse al hecho de que las mujeres opten por trabajos de media jornada con más frecuencia que los hombres y que tienden a trabajar en sectores con menor salario medio.
A lo largo de la historia del trabajo se puede observar como la mujer ha sufrido siempre una discriminación más que notoria si la comparamos con el trabajo del hombre. Tanto las características biológicas de los individuos como el sexo se han utilizado como bases para atribuirles ciertos comportamientos, actitudes, roles, capacidades y posiciones en la sociedad. A través de estas aportaciones atribuidas se ha consolidado los géneros que hoy en día se conocen, tales como géneros masculino y femenino, lo cual implica una diferenciación respecto a la forma de vivir entre hombres y mujeres.
Estas aportaciones y formas diferenciadas de vivir han llegado a ser consideraras y justificadas como algo natural, por tanto, muchas sociedades se han construido sobre el pensamiento o la creencia de que hay un sexo superior, con más poder e influencia sobre el otro, en este caso sería, la superioridad del hombre sobre la mujer. Esta atribución de ambos sexos, han originado que el hombre se sienta en una posición de líder frente a la mujer, mientras que esta, se ha quedado en una posición más débil, sintiéndose infravalorada en muchos aspectos.
En cuanto a la desigualdad de género en el ámbito laboral, que es el aspecto en el que nos vamos a centrar en nuestra investigación, podemos considerar que a pesar del incremento de igualdad que ha habido en los últimos años entre ambos sexos, no ha sido suficiente para que la mujer pueda alcanzar una situación similar a la que el hombre mantiene. Actualmente podemos decir que el género femenino padece una gran inestabilidad laboral. Los factores que pueden inducir a esto, son principalmente, que dedican la mayor parte de su tiempo al cuidado doméstico y a la responsabilidad que se les ha otorgado a lo largo de la historia de ocuparse de la familia, aunque con ello puedan perder o tener que dejar sus trabajos.
Un informe de 2010 publicado por la Fundación Europea para la Mejora de las Condiciones de Vida y de Trabajo, mostró que, si bien las mujeres tienden a participar más a menudo en el trabajo a tiempo parcial y toman más interrupciones de la carrera que reducen la permanencia en el empleo, las diferencias en la brecha salarial en Europa (que en 2007 se situaba en el 17,6% (Eurostat) ) se aprecian en el pago por hora y no en el total. Es decir, que las mujeres cobran menos por hora de trabajo en todas las áreas. En una hora de trabajo el promedio de las mujeres está un quinto por debajo del nivel de los hombres. Eso no toma en cuenta el número de horas trabajadas ni los tipos de contrato de trabajo. La Eurofund llegó a la conclusión de que las principales razones de la brecha salarial están relacionadas frecuentemente con segregaciones tanto horizontales como verticales. Las mujeres tienden a trabajar en las profesiones peor pagadas y llegan a un techo de cristal en sus carreras. Además padecen una valoración menos favorable de sus trabajos. No solo a las mujeres les cuesta más llegar a altos puestos sino que una vez en el cargo cobran menos que un gerente hombre.
En definitiva, esta situación que sufre la mujer en el ámbito laboral es un aspecto muy cuestionado, en el que cada vez existen más colectivo que luchan contra esta desigualdad y lo que intentan es, poder lograr el alcance de una sociedad totalmente igualitaria en todos los aspectos entre hombres y mujeres.
2. Diagnóstico de la situación
En los últimos cuarenta años se han realizado muchos esfuerzos para evaluar la desigualdad de género, como la elaboración de una legislación específica, por ejemplo, la Ley de Igualdad de 1970. Sin embargo, a pesar de todos estos esfuerzos, las mujeres continúan ganando un 20% menos en comparación con los hombres. Como lo define la Comisión Europea (2016), la brecha salarial entre los géneros es la diferencia en el promedio del dinero ganado por hora entre hombres y mujeres en su economía en su conjunto. En primer lugar, la equidad es un hecho esencial para lograr la justicia y la igualdad en el trabajo (Martínez, 2014). Debido a varios cambios en el mercado de trabajo y también en la perspectiva cultural, las políticas internacionales han estado emergiendo. Aun así, la espectacular transformación de la oferta laboral femenina no se ha equiparado a la mejora en el lugar del mercado de trabajo que las mujeres ocupan. Ciertamente la situación ha evolucionado, pero teniendo en cuenta el esfuerzo que realizan las mujeres y el tiempo en el que vivimos, la desigualdad es persistente (Revista del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, 2016).
A continuación se va explicar la situación socio-laboral de las mujeres en los últimos años en España. De acuerdo con numerosos estudios, España pertenece a un modelo de Estado de Bienestar de tipo ``mediterráneo´´, el cual se caracteriza entre otros aspectos, por el papel esencial que la familia juega en la procura de bienestar de sus ciudadanos. (Moreno, 2000).
2.1 Revisión estadística
En la siguiente gráfica podemos ver lo que ganan por hora trabajada las mujeres de la UE. En 2014 las mujeres españolas, de media, ganaron un 18,8% inferior a la retribución bruta de los hombres.
Como podemos apreciar, España es el sexto país con mayor brecha salarial de género entre los 28 Estados miembros de la Unión. Los países que tienen una diferencia salarial más acusada por encima de España son Estonia, Austria, República Checa, Alemania y Eslovaquia, pues tienen en general un mayor peso de la industria, un sector en el que la remuneración es más alta y la presencia de hombres en las plantillas es sensiblemente mayor. Por el contrario los países europeos con una menor brecha salarial de género son Eslovenia, Malta e Italia.
Gráfica 1: Brecha Salarial de Género por hora de trabajo en Europa
Fuente: Eurostat
En las siguientes tablas se va a apreciar la diferencia en las tasas de empleo entre hombres y mujeres en el período de 2015, pero con la peculiaridad de realizar el enfoque en tres niveles distintos de educación.
Así, se observa que la diferencia de empleo es mayor cuanto más bajo es el nivel de educación (Tabla 1). Para el nivel de educación más bajo, la diferencia es del 16% en la tasa de empleo entre hombres y mujeres; en el segundo nivel de educación, la diferencia en la tasa entre sexos es del 11,6%, y, para el tercer nivel de educación, la diferencia en la tasa es del 7,4%. Claramente, la diferencia entre las tasas de empleo por sexos va disminuyendo cuanto mayor es el nivel de educación en el que se hace la comparativa.
En la siguiente tabla se observa cómo en España, para el año 2015, las mujeres que tienen un nivel de educación por debajo o igual a educación primaria, tiene una tasa de empleo del 37,7%, frente a una tasa de empleo masculina, con el mismo nivel de educación, del 53,7%.
Tabla 1: tasa de empleo por sexo y nivel de educación en Europa: inferior de educación primaria, estudios primarios o estudios inferiores de educación secundaria
Fuente: Eurostat
Tabla 2: tasa de empleo por sexo y nivel de educación en Europa: más de educación secundaria pero no educación terciaria
La tabla 2 muestra que, con el mismo nivel de educación, en este caso, educación secundaria, las mujeres tienen una tasa de empleo de un 51,7% frente a un tasa del 63,3% de los hombres.
Fuente: Eurostat
Tabla 3: tasa de empleo por sexo y nivel de educación en Europa: educación terciaria
Para el nivel de educación terciaria, es decir, estudios superiores, las mujeres en España tienen una tasa de empleo de un 73,4%, a diferencia de la de los hombres que es del 80.5%.
Fuente: Eurostat
Tabla 4: Tasa de empleo a tiempo parcial por sexo en Europa
Además de la clara diferencia entre las tasas de empleo por sexos, vamos a enfocar esta diferencia en tasas de empleo a tiempo parcial. En esta modalidad de empleo a tiempo parcial, existe una notable diferencia entre hombres y mujeres, en concreto de un 17,3%. La tasa de empleo en hombres que trabajan a tiempo parcial es del 7,8% para el año 2015 en España. Para el mismo país y periodo de tiempo, la tasa en mujeres es del 25,1%. Una causa que incrementa el empleo a tiempo parcial en el sexo femenino es el cuidado de niños y de mayores. A lo largo de la historia la mujer ha sido el pilar de cuidadora en las familias, por lo que en numerosas ocasiones es la propia mujer la que prefiere escoger la modalidad de empleo a tiempo parcial y así tener más tiempo para dedicarlo a la familia y el hogar.
Fuente: Eurostat
En la gráfica que mostramos a continuación, se puede ver como las mujeres tienen una tasa de actividad menor respecto a los hombres durante el periodo 2008-2016. Además, en el año 2013 aproximadamente, la tasa de actividad de las mujeres decrece, sin embargo, la tasa de actividad de los hombres va aumentando a lo largo de los años.