Dividendo
El dividendo es un reparto de parte del beneficio de una sociedad a sus accionistas. El dividendo no debe ser excesivamente elevado. De hecho, la legislación obliga a que parte del beneficio pase a ser capital de la empresa (las reservas). Esto es así para que no se descapitalice la empresa en exceso.
La decisión que hace una empresa de la cantidad de dinero que se debe distribuir, normalmente está relacionada con otras decisiones de inversión y financiación. Algunas empresas pagan poco porque su administración es optimista respecto del futuro y desea retener utilidades para su expansión.
Clases de dividendo
Existen dos clases de dividendos, activo y pasivo.
El dividendo activo es la parte de los beneficios de la empresa que se reparte a cada accionista, en proporción al número de acciones que posee. Estas son las ganancias obtenidas con el capital invertido por los accionistas. El dividendo total propuesto se presenta ante la Junta General de Accionistas, que estudia y aprueba los estados financieros de cada año.
El dividendo pasivo es la parte pendiente de pago de una acción, cuando al momento de la suscripción no se realizó el desembolso completo. En las sociedades anónimas, se permite que el accionista, al momento de suscripción del capital en la constitución de la sociedad o en las operaciones de ampliación del capital, no haga su aportación completa a la sociedad, bastando con que cada acción se desembolse como mínimo en un veinticinco por ciento, y satisfaciendo el resto en la forma prevista en los estatutos o según acuerden los administradores sociales, que en ningún caso podrá exceder de cinco años.
Elección de la política de pago de dividendos
Las compañías pueden pagar dinero a sus accionistas en dos formas: con un dividendo o comprándoles de vuelta algunas de sus acciones en circulación.
El dividendo de una compañía es determinado por el Consejo de administración. El anuncio del dividendo indica que el pago se hará a todos los accionistas que estén registrados en una fecha de registro particular. La compañía, por lo general, no tiene libertad para declarar cualquier dividendo que se le ocurra.
Cuando la empresa opta por la recompra de acciones estas acciones nuevamente adquiridas se pueden guardar en la tesorería de la compañía y volver a revenderse en caso de necesidad. Hay cuatro formas de recomprar acciones:
- El método más común es que la empresa anuncie que planea recomprar sus acciones en el mercado abierto y acuda a él como cualquier otro inversionista.
- A través de la utilización de un sistema de oferta, en el que ofrecen comprar de vuelta un número definido de acciones a un precio fijo, que se suele establecer 20% arriba de su precio actual de mercado. Los accionistas pueden decidir si aceptan o no.
- El empleo de la subasta holandesa. En este caso, la empresa define una serie de precios a los cuales está dispuesta a recomprar sus acciones. Los accionistas entregan cotizaciones en las que declaran cuántas acciones están dispuestas a vender a cada precio y la compañía calcula el precio mínimo al que puede comprar la cantidad deseada de acciones.
- A través de una negociación directa con un gran accionista.
Bibliografía
- Richard A. Brealey, Stewart C. Myers y Franklin Allen. Principios de finanzas corporativas. Editorial McGraw Hill.