Formación de los empleados

De Descuadrando

Concepto
La formación en general lleva consigo un intento de perfeccionamiento de aquellos a quienes se dirige para desarrollar sus potencialidades, facultades, aptitudes y características. Con un conjunto de acciones formativas capaz de llevar a los trabajadores a asumir con competencia sus funciones actuales o aquellas que les serán confiadas en el futuro de la empresa, esto lleva consigo el incremento del potencial de la empresa a través del perfeccionamiento profesional y humano de los individuos que la forman. Obejtivos de la formación

  • Mejorar la competitividad de la organización por el desarrollo de su potencial técnico y la adecuación de los saberes de sus trabajadores a lo exigido por los puestos, o familias de puestos, tanto en la actualidad como en el futuro.
  • Posibilitar la flexibilidad laboral interna.
  • Garantizar o desarrollar las competencias de aquellos trabajadores contratados, trasladados o promocionados, asegurando la permanencia del personal valioso.
  • Mejorar la calidad del trabajo y reducir los costes en muchas áreas de la empresa.
  • Preparar al personal para la introducción de innovaciones y cambios, que se van a producir cada vez con mayor frecuencia debido a la creciente contingencia del entorno.
  • Motivar a los trabajadores por el proyecto empresarial. La formación contribuye a que el personal se identifique con los objetivos de la organización. Además, es un poderoso elemento favorecedor de la comprensión de políticas y actuaciones de la empresa.
  • Mejorar las relaciones interpersonales y la comunicación en el seno de la empresa. La formación fomenta la autenticidad, la apertura y la confianza entre las personas participantes en los programas. Asimismo, alienta la cohesión y espíritu de grupo.


Tipos de formación

La formación de acogida
Es la que se imparte al personal de nuevo ingreso con la finalidad genérica de enseñarle a que realice eficientemente su trabajo. Existen diversos sistemas de formación de acogida, entre los que vamos a destacar dos: El TWI (Training Within Industry) para operarios de oficio; y el “Routing” para mandos intermedios.
a) El TWI
Es un método de aprendizaje de habilidades manuales Previamente a la fase de impartición, se requiere realizar un análisis de todas las tareas que ha de realizar el ocupante de un puesto. Posteriormente, de cada tarea se hace un análisis exhaustivo, utilizando las llamadas hojas de descomposición y buscando especialmente la pertinencia de lo enseñado y la exhaustividad. La formación se imparte persona a persona, y el instructor es el propio supervisor que va a tener el operario, lo cual exige, claro está, que dicho supervisor esté a su vez formado en la sistemática de impartición del método.
b) El routing
El routing, o rotación, consiste en hacer pasar a un empleado de nuevo ingreso de un puesto a otro, por lapsos de tiempo relativamente breves. El routing puede considerarse tanto un medio de formación e integración, cuanto un método de selección de personal.

Formación permanente o continuada.
Se define la formación permanente como “la constante, o al menos periódica, puesta al día de los conocimientos que necesita el profesional para el eficaz desempeño de sus funciones. No es, por tanto, un mero repaso de los conocimientos adquiridos en épocas anteriores, y quizá olvidados, ni es una educación paralela o complementaria. La razón de la necesidad de una educación permanente no es otra que la obsolescencia de los conocimientos motivada por una dinámica acelerada del cambio tecnológico y social. La formación permanente implica:

  • El apoyo explícito de la alta dirección.
  • La atención simultánea a los objetivos de los trabajadores y a los objetivos de la empresa.
  • El desarrollo de una programación precisa, no la realización de una serie de acciones formativas sueltas o desperdigadas.
  • La extensión de la formación a todos los niveles de la organización, empezando, además, por arriba.
  • La aplicación de un plan sistemático de formación con objetivos y controles.
  • El fomento de una actitud de aprendizaje continuo en todos los miembros de la organización.


Formación para la promoción.
La promoción de un empleado a nivel superior es una de las mayores motivaciones que es dable utilizar en la empresa. Una de las cosas que se pueden hace para conseguir buenos resultados en las promociones internas es la impartición de una formación específica para la promoción, a ser posible antes, o al menos simultánea al momento de producirse el ascenso. Dicha formación debe comprender aspectos técnicos para afrontar con éxito las nuevas responsabilidades, pero además, como la promoción va unida a mayores responsabilidades sobre otras personas no se deben descuidar de Management General y de Dirección y Gestión de Recursos Humanos necesarios en el nuevo puesto.

La formación para la expatriación.

La persona que va a ser trasladada a otro país, especialmente si se trata de una nación de cultura muy alejada de la nuestra, requiere una formación extensible a todos los miembros de la unidad familiar del empleado que se va a trasladar, en la que se deben incluir algunos rudimentos lingüísticos, información acerca de la cultura del país de destino, con una clara explicación de los tabúes locales y de las situaciones en las que, por ignorancia, se pueden infringir gravemente las normas locales de convivencia. La empresa debe preocuparse también de la educación de los hijos y la salud, cuando éstos existen.

La formación para el cambio.
Todos los modelos conocidos para la introducción del cambio empresarial se fundamentan en dos principios básicos: incrementar las fuerzas impulsoras del cambio y debilitar las fuerzas que se oponen al mismo. Habitualmente, se recomienda apoyarse en dos estrategias cara al personal: la información. Por tanto, cuando una empresa se apresta a introducir algún tupo de cambio, se recomienda que exista desde el principio una comunicación vertical descendente periódica, veraz y lo más completa posible. Paralelamente, el personal debe recibir una formación para el cambio que garantice el éxito de la operación que se pretende acometer. Cuando el cambio afecta al tamaño de la organización, esto es, se planea un crecimiento o una reducción importantes, es necesario preparar al personal para estas situaciones. En el supuesto de una fusión con otra empresa en pie de igualdad, como se va a producir una duplicidad de puestos directivos, resulta interesante que en cada departamento o sección nuestro propio equipo esté más preparado y cuente con más experiencia que el homólogo de la otra empresa. De este modo es más probable que a la hora de suprimir uno de los dos, sea el nuestro el prevalente.

La formación de comerciales.
Las empresas forman a sus comerciales en tres campos principales: El producto, el mercado y las técnicas de venta. Tras la formación inicial, es frecuente que las empresas organicen periódicamente reuniones de vendedores en las que, junto a la información acerca de nuevos productos, precios, ofertas, etc., se estudien y dramaticen los “argumentos” y se distribuyan los premios e incentivos de la campaña anterior.


Bibliografía Puchol, Luis. Dirección y Gestión de Recursos Humanos. 7º Edición. Diaz de Santos

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