G20

De Descuadrando

El Grupo de los 20, o G-20, es un grupo de países formado en 1999 por los ocho países más industrializados (G-8), once países recientemente industrializados de todas las regiones del mundo, y la Unión Europea como bloque. Es un foro de cooperación y consultas entre los países en temas relacionados con el sistema financiero internacional. Estudia, revisa y promueve discusiones sobre temas relacionados con los países industrializados y las economías emergentes de forma de mantener la estabilidad financiera internacional, y encargarse de temas que estén más allá del ámbito de acción de otras organizaciones de menor jerarquía.


Contenido

1 Introducción

El presente estudio se propone ayudar a construir la historia del G20 desde sus inicios, a fines de la década de los noventa y aportar una visión crítica sobre el pasado y el presente del G-20. Para ello, el artículo se dividirá en dos secciones. Por una parte se analizará la prehistoria y el surgimiento del Grupo, con un énfasis en los legados de esta primera etapa. Asimismo, se repasará brevemente qué es lo que el grupo ha hecho durante su primera década de vida. Debido a que su funcionamiento es principalmente el de un foro,el accionar del G20 será estudiado a partir de sus declaraciones y los acuerdos que se construyeron a partir de ellas. En una segunda parte, se estudiará el rol que el G20 ha desempeñado desde la primera crisis financiera y cómo se ha adaptado para superar los desafíos que ésta propone. En particular, vale la pena analizar si el G20 puede cumplir con las expectativas de los Estados emergentes de democratizar el sistema financiero internacional.

2 Orígenes del G 20

La propuesta de crear un organismo encargado de velar por la seguridad de las finanzas internacionales y la prevención de las crisis, no es nueva. Tampoco lo es el G20. El grupo es un heredero directo del G5, creada en 1973 tras la crisis del petróleo y el fin del patrón desarrollado en Bretton Woods. En los dos años siguientes se realizaron ampliaciones para permitir la inclusión dentro del grupo de Italia y Canadá, excluidos de la agrupación original. Esta composición se mantuvo invariable durante la Guerra Fría tras la cual se decidió el ingreso de Rusia bajo la designación G7+1, la cual indica la diferencia que existía entre los principales y el invitado. Sin embargo, desde mediados de los ’90 el G7 comenzó a resultar insuficiente para el gobierno de las finanzas internacionales debido a dos corrientes que minaban su base. Por un lado, los Estados desarrollados estaban perdiendo importancia relativa en la economía mundial. Es en esta época cuando comienza a insinuarse el ascenso de los Estados emergentes, aunque todavía de manera incipiente. Por otro lado, los Estados desarrollados experimentaron temblores financieros originados por las crisis que se producían en la periferia. La crisis mexicana y fundamentalmente la tailandesa (luego asiática) de 1997, fueron claves en la génesis del nuevo grupo. Los Estados desarrollados ya no estaban blindados contra las crisis en los Estados emergentes, pero tampoco tenían los instrumentos adecuados para evitarlas. En este contexto se decidió abrir las puertas de las grandes ligas a nuevos participantes. Este experimento, iniciado en 1997, dio lugar a varias agrupaciones de Estados hasta alcanzar su configuración actual. En un primer momento, se habló del G-22, también conocido como Grupo Willard. Éste surgió de una iniciativa conjunta entre los miembros del APEC, en especial de EE.UU., para lidiar con los efectos de la crisis asiática. En este grupo se incluyeron muchos, pero no todos, los miembros del G20 actual. De cualquier manera, la actuación del G22 dio resultados concretos, en primer lugar fueron publicados una serie de informes en los cuales se analizaba la crisis financiera y se realizaron recomendaciones para un mayor control (G20 2008:14) que se tradujeron en la creación del Foro Estabilidad Financiera (FSF por siglas en inglés), órgano dependiente del G7 encargado de observar y desarrollar políticas que permitieran superar los desequilibrios financieros. Tras la presentación de los informes a fines de 1998, el G22 como grupo autónomo fue disuelto, pero no así la voluntad de ampliar la participación de los Estadosemergentes en la gestión de las crisis. Entonces, en 1999 se abrió un nuevo espacio para el debate, el G33. Los Estados de aquel grupo se reunieron en dos ocasiones a comienzos de aquel año, en las ciudades de Bonn y Washington; sin embargo, el número de los miembros fue demasiado alto como para alcanzar consensos o tratar temas en profundidad. El foro era demasiado democrático, demasiados intereses estaban en juego, por lo que reformas profundas del sistema internacional no eran posibles.

3 Primeros años del grupo

Según lo visto en el apartado anterior, el G20 tiene dos funciones principales: la de caja de resonancia para las políticas implementadas en otros foros; y el de formador de la agenda, es decir la capacidad de situar en el centro de la escena internacional los temas que considere relevantes. A continuación se analizará la historia del G20 utilizando como elemento organizador de su actividad estos dos roles para ver cuál de los dos ha sido predominante

3.1 Importancia del grupo como difusor

El G20 ha tenido una actuación destacada. Gran parte de sus intervenciones más exitosas se refieren a este punto. El primer ejemplo, hijo directo del ataque a las Torres Gemelas de 2001, es el compromiso de los Estados de no financiar el terrorismo. Cabe mencionar que no es una propuesta original del G20, sino que el grupo se limita a ratificar su compromiso de a) implementar las convenciones de la ONU respecto al lavado de dinero y buenas prácticas bancarias; b) congelar (no confiscar) los activos de los terroristas; c) mejorar el trabajo conjunto,tanto en intercambio de inteligencia como de buenas prácticas para el bloqueo. Pese al compromiso general con algún valor simbólico, el resultado concreto fueron políticas vagas, puesto que en la declaración no se define que ha de entenderse por terrorismo ni se habla de políticas concretas para los paraísos fiscales o la eliminación del secreto bancario (G20 2001[b]). Llegado al extremo, puede decirse que el valor de esta primera declaración operativa del G20 es prácticamente nulo, en parte por las interpretaciones del terrorismo internacional, en parte porque no es más que una exhortación a adoptar las políticas de otros organismos.

3.2 Su impacto en el sistema internacional

Entre las acciones destinadas a impactar en la sociedad internacional, es decir en su rol de formador de agendas, la participación del G20 en el período previo a la crisis financiera ha sido menor. Entre los temas que se debatieron, aquel que generaría un mayor impacto en el sistema internacional es la reforma de las IBW, tema que además permitirá observar la importancia que los Estados emergentes poseen dentro del grupo, en la medida que una reforma profunda del sistema actual supone un revés para las potencias tradicionales. No obstante, la continuidad tampoco parece ser positiva, en la medida que puede llevar al establecimiento de un organismo paralelo por los Estados emergentes, en particular por los asiáticos. Este espinoso asunto fue introducido en las conversaciones por China durante su presidencia, en 2004. En su declaración al respecto, el G20 dejó constancia de la necesidad de modificar las cuotas institucionales para adaptarlas a la realidad económica subyacente. Para ello fijó como fecha límite la 13ª Reunión de Revisión de Cuotas del FMI a realizarse a comienzos de 2008. Sin embargo, la forma que adquiriría la redistribución, quién cedería poder y quién se beneficiaría, no fue abordada. Por el contrario, la responsabilidad de evaluar qué Estados se encontraban sub o sobre representados recayó en las mismas IBW. Junto a esta reforma sobre la governanza de las instituciones, se mencionó la necesidad de mejorar las condiciones de los préstamos para adaptarlos a las necesidades de sus miembros (G20:2005). Dentro del FMI, las cuotas tienen varios propósitos. En primer lugar, designan el capital, medido en Derechos Especiales de Giro (DEG) que los Estados deben aportar para el mantenimiento de la institución. Asimismo, repercuten sobre los préstamos máximos que los Estados pueden recibir. Por último, las cuotas significan el poder de voto que un Estado tiene dentro del organismo. Es decir, los Estados ‘compran’ su capacidad de decisión. Este sistema esta sujeto constantemente a críticas, puesto que deja un espacio mínimo para los Estados más pobres, quienes además son los principales acreedores. Sirva de ejemplo África, que tiene un poder de voto inferior al de EE.UU.

4 Bibliografía

Informe Integrating the business reporting suplly chain

Informe del Grupo de Estudios Internacionales sobre el G20

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