Inflación
Desde finales de la II Guerra Mundial los precios han subido de forma generalizada en prácticamente todos los países del mundo. En algunos los han hecho de forma gradual, como es el caso de Alemania o Suiza, en otros moderadamente como en Italia y, en otros, los precios se han incrementado de manera importante en determinados momentos de tiempo como ha ocurrido en Argentina o Brasil. En cualquier caso, la lucha contra la inflación es uno de los objetivos prioritarios de la política económica de la mayoría de países, ya que tasas muy elevadas de esta suponen una merma en la confianza que todos los agentes depositan en el dinero.
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Concepto de inflación
Se entiende por inflación al proceso por el cual desciende de modo continuado el valor del dinero en el tiempo (al elevarse el nivel general de precios en una economía), ya que con la misma cantidad de dinero en términos nominales es posible comprar una menor cantidad de bienes y servicios. Para medir la evolución de los precios existen toda una serie de indicadores que expresan sus variaciones medias en un horizonte temporal concreto. El indicador utilizado por excelencia es el Índice de Precios de Consumo (IPC) que mide la evolución del conjunto de precios de los bienes y servicios que consume la población residente en viviendas familiares en X país. Una vez elaborado el IPC para diversos años, la obtención de la inflación para un año determinado sería sencillo; bastaría con obtener la tasa de variación porcentual experimentada por el IPC para dos años consecutivos.
Por ejemplo, supongamos que en enero de 2010, el Índice de Precios al Consumidor de los EE.UU. era de 202.416 u.m, y en enero de 2011 de 211.080 u.m. La fórmula para calcular el porcentaje de la tasa de inflación anual del IPC a lo largo de 2010 es entonces:
La tasa de inflación resultante del IPC en el período de un año es de 4,28%. Es decir, el nivel general de precios a los consumidores aumentó aproximadamente un cuatro por ciento en 2010.
- Inflación interanual: mide la evolución de precios durante doce meses consecutivos, tomando como referencia el dato del IPC de cualquier mes del año.
- Inflación acumulada: mide la evolución de precios desde el 1 de enero hasta el mes tomado como referencia. Se publica para cualquier mes del año.
- Inflación subyacente: con el objetivo de eliminar del IPC el efecto de los factores más irregulares se utiliza el concepto de inflación subyacente. Esta inflación se obtiene de restar: los precios de los productos energéticos, sometidos a grandes variaciones desde la crisis del petróleo de los años setenta y los precios de los productos alimenticios no elaborados, cuyas cosechas varían en función de factores externos como la climatología, difíciles de controlar.
Tablas inflación en España (en base al IPC), según Global-Rates.com
Causas de la inflación
Son diversas las causas que provocan tendencias alcistas en los precios. Sin embargo, lo que preocupa a los economistas no es un repunte de precios puntual sino la existencia de un proceso inflacionario. Las causas que se exponen a continuación pueden provocar dicho proceso siempre que se mantengan sus efectos en el tiempo.
Causas por el lado de la demanda
Aumentos de de la demanda agregada no acompañados de aumentos en el nivel de producción conducen a una elevación de los precios lo cual queda explicado por las posturas de la escuela de los monetaristas y la corriente Keynesiana.
Para los monetaristas:
Ecuación cuantitativa del dinero: |
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cantidad de dinero (M) * velocidad de circulación(V) = nivel general de precios(P) * producción real (Y) |
Los monetaristas entienden que, tanto la velocidad del dinero como el nivel de producción, son factores que permanecen constantes (las empresas tienen comportamientos estables en el pago de rentas del trabajo y los individuos en sus gastos mientras que a la producción se la considera en nivel de pleno empleo), quedando los precios única y directamente relacionados con la cantidad de dinero en circulación.
Para los keynesianos: Según esta visión la inflación se produce cuando, al estar en una situación de pleno empleo, o próxima a ella, una mayor demanda no puede ser satisfecha con un incremento en la producción lo que conduce a una presión sobre los precios. Se entiende por una mayor demanda, a cualquier elevación repentina de los componentes autónomos de la demanda agregada (mayor deseo de las economías domésticas por el consumo, mejores expectativas de los empresarios que se traduzcan en inversión o una política fiscal activa).
Causas por el lado de la oferta
- Debido al peso de las rentas del factor trabajo en la producción nacional cabe destacar, la “espiral salarios-precios” es decir, si el incremento salarial es menor que el incremento de la productividad del factor trabajo, la diferencia entre estos será solventada con la elevación en los precios de venta (al entender que el empresario querrá seguir gozando de iguales márgenes de beneficios). Esta situación provocará nuevamente un aumento de salarios con la consecuente elevación de precios.
- El incremento de los impuestos provocará una tendencia alcista en los precios ya que un nuevo coste implica menores beneficios para la empresa quien a su vez, trasladará este efecto al precio de sus productos para continuar con márgenes similares a la situación anterior.
- La escasez relativa de cierto bien que se traducirá en incrementos de precios para ese bien en particular, salvo que, se trate de mercados cuyos productos ejercen influencia en otros, por ejemplo el petróleo que se utiliza como materia prima en muchas industrias.
- La inflación importada ya que el encarecimiento de los bienes y servicios procedentes del exterior encarecen los productos comprados tanto para productor como para consumidor.
Costes de la inflación en la economía
Efectos sobre la distribución de la renta cuando la inflación es imprevista
La inflación puede perjudicar a ciertos individuos y beneficiar a otros. Esto se produce porque son mayores las subidas de precios de unos artículos que otros, provocando una redistribución de la renta en la se benefician (lógicamente) aquellas personas cuyas rentas están vinculadas a los productos que experimentaron una mayor subida de precios. Así por ejemplo, el deterioro en los precios relativos a productos agrarios ha afectado negativamente a los trabajadores del campo, al experimentar sus rentas un deterioro con respecto a trabajadores del sector servicio. También en un escenario económico inflacionario puede decirse que el acreedor sale perdiendo frente al deudor. Por ejemplo, en una transacción con pago aplazado donde no se cargan intereses, una elevación generalizada de precios entre el momento en que se cierra el acto de compraventa y el momento en que se paga la mercancía penaliza los intereses del vendedor. Un caso de naturaleza similar lo constituiría la compra de una vivienda cuyo préstamo hipotecario fuese a un tipo de interés fijo ya que, cuanto mayor es la inflación menor es el valor real de las cuotas mensuales del crédito.
Efectos cuando la inflación es anticipada
En ocasiones los individuos utilizan ciertos mecanismos de defensa para poder protegerse de la inflación; inflación que en muchas ocasiones se vislumbra, de ahí el término “anticipada”. Cuando se trata de ver los efectos de la inflación en temas de pensiones y rentas del trabajo, es en los foros donde se deciden las revisiones de las pensiones y salarios donde ambos colectivos pueden ejercer sus derechos para pugnar por una protección frente a la tendencia alcista de los precios. Normalmente el gobierno garantiza como mínimo subidas de pensiones de acuerdo con la inflación del período. Mientras que la subida salarial se encuentra estrechamente ligada a los sindicatos. En cuanto a rentas del alquiler, el arrendador puede fijar en sus contratos de arrendamiento la actualización del mismo en cortos períodos de tiempo y que la renta quede ligada a algún índice general de precios. En lo que respecta a los productores más desfavorecidos la alternativa puede ser el abandono de ese mercado y dirigir los esfuerzos y recursos hacia otros sectores. Si bien es cierto, que algunos de estos sectores son estratégicos para el país y no pueden desaparecer, interviniendo el Estado para proteger sus intereses. Por ejemplo, los llamados precios de referencia que se fijan por encima de los precios de equilibrio y donde se conceden ayudas directas según el número de hectáreas cultivadas. El acreedor destinará sus recursos hacia activos de mayor rentabilidad para que le permita resarcirse de las subidas de precios. Por ejemplo, los activos financieros donde el propio inversor decide que tipo riesgo le interesa.
Efectos sobre la actividad económica
El llamado coste en la suela de los zapatos: cuando los precios suben, los tipos de interés nominales también lo hacen, con lo que tienden a mantenerse más o menos estables los tipos de interés reales, de modo que al individuo le interesará tener poco dinero en su poder cuando la inflación y los tipos de interés son altos, aunque ello implique un desplazamiento mucho más frecuente al banco para ingresar y retirar dinero por el motivo de las transacciones. Es decir, mayor inflación mayor incentivo para ir al banco y mayor coste en la suela de los zapatos.
- Los llamados coste del menú: si los precios cambian con mucha frecuencia el empresario deberá destinar tiempo a la revisión de los precios de venta con el consecuente coste que ello supone.
- Pérdida de competitividad de empresas y naciones: especialmente en economías con sistemas de tipos de cambios fijos. Si se incrementan los precios se reducen las exportaciones.
- La incertidumbre asociada a la rentabilidad de los proyectos empresariales: a mayor inflación en un país mayor dificultad para hacer un pronóstico acertado sobre la rentabilidad de cualquier inversión; a mayor incertidumbre mayor riesgo y por tanto, se incrementan las posibilidad de que esos recursos se redirijan a otros países más estables.
Bibliografía
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Díaz Giménez Javier (1999): Macroeconomía: primeros conceptos, Ed. Antoni Bosch, Barcelona (España).
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Krugman, Paul R. (2007): Macroeconomía: introducción a la economía, Ed. Reverte, Barcelona (España).
INE. Instituto Nacional de Estadística: página web oficial. http://www.ine.es. Consultada a fecha 30/11/2011.