La planificación de acciones
Contenido |
La planificación de acciones
La planificación de acciones es, junto con el control de rendimiento, uno de los dos sistemas de planificación y control usados por las organizaciones para normalizar los outputs. Se emplea para determinar de antemano las decisiones o acciones concretas que serán necesarias. Por el hecho de centrarse en acciones determinadas, se asemeja, en cierto sentido, al parámetro de diseño de la formalización del comportamiento.
Usos
La planificación de acciones es el medio a través del cual pueden diseñarse como un sistema integrado las decisiones y acciones de toda una organización, normalmente, estructurada en base a sus funciones. Los objetivos organizativos, en estas estructuras, no pueden identificarse fácilmente con ninguna unidad determinada, ya que el trabajo fluye secuencial y recíprocamente a través de estas estructuras funcionales.
Puntualizaciones
Se pueden hacer dos puntualizaciones respecto a la planificación de acciones:
- En primer lugar, no se tiene en cuenta la autonomía de la unidad ni corresponde siempre al sistema de agrupación.
- En segundo lugar, la planificación de acciones, debido a su imposición de acciones concretas, se convierte en una forma algo impura de normalizar los outputs. Así, impone determinadas decisiones y acciones, aser desempeñadas en momentos determinados.
Conclusiones
El sistema de planificación de acciones es esencialmente descendente. Suele comenzar con la planificación estratégica, con la que se valoran sistemáticamente las fuerzas y debilidades de la organización, observando las tendencias del entorno y formulando un conjunto de estrategias a seguir en un futuro. Según estas estrategias se desarrollan una serie de programas compuestos por proyectos concretos. De estos proyectos se estudian para ver cuáles serán ejecutados, y los seleccionados surgirán en forma de especificaciones de operaciones que señalan acciones concretas. La planificación de acciones se convierte, en última instancia, en la formalización del comportamiento, concretamente en la especificación del flujo de trabajo. Luego:
- la formalización del comportamiento diseña la organización como un sistema integrado, en lo que respecta a sus actividades rutinarias.
- la planificación de acciones es su equivalente en cuanto a las actividades no rutinarias, especificando quien hará qué, cuándo y dónde, a fin de que el cambio se produzca del modo deseado.
Bibliografía
- Sanchez Vizcaíno, G., Casado Mateos, MªA. y Navarro Paule. A.(2012):Organización de empresas.Granada.Copicentro S.L.