Tormenta de ideas
Contenido |
Concepto
La Tormenta de Ideas o brainstorming es una técnica para la toma de decisiones en grupo (como el método DELFOS) que permite la obtención de un gran número de ideas sobre un determinado tema de estudio. Fue la primera entre las técnicas creativas que se aplicaron a la gestión. Alex F. Osborn la puso en práctica en el año 1938 y desde entonces se ha integrado de tal manera en la forma de vida norteamericana que el término ha sido incluido en el Webster´s International Dictionary, definiéndose como: "La práctica de una técnica de conferencia en la que un grupo de personas busca la solución a un problema específico, juntando todas las ideas aportadas en forma espontánea por sus integrantes".
Características
La regla principal del método es la prohibición de toda crítica durante la sesión, cada idea presentada pertenece al grupo, no a la persona que la declara. Favorece la intervención múltiple de los participantes, enfocándola hacia un tema específico, de forma estructurada y sistemática. Además favorece la obtención de ideas innovadoras. Estas son en general, variaciones, reordenaciones o asociaciones de conceptos e ideas ya existentes. Otro estímulo para la producción de ideas es la rivalidad. Se ha comprobado que la competencia aumenta el trabajo mental en un 50% o más. Otro estímulo es el incentivo conocido por los sicólogos como el "refuerzo". El Dr. B. F. Skinner de la Universidad de Harvard, una autoridad en el tema de la enseñanza mediante máquinas, considera que este estímulo es de importancia especial. Él y la mayoría de los educadores están de acuerdo en que el proceso de aprendizaje es mucho más efectivo cuando las respuestas "correctas" son "reforzadas" por "premios" en la forma de una corroboración inmediata. La tormenta de ideas da ese "refuerzo" al premiar todas las sugerencias con receptividad. Aplicar la evaluación constituye un "refuerzo positivo", mientras la crítica prematura, como suele ocurrir en las conferencias de tipo convencional, es un "refuerzo negativo". La necesidad de separar el proceso creativo del proceso de evaluación fue uno de los discernimientos más brillantes de Osborn que concluyó en que se debía realizar una reunión con el propósito exclusivo de generar ideas y otra posterior para evaluar esas ideas recolectadas.
Procedimiento
- Paso 1: Elegir un coordinador. El coordinador deberá ofrecerles una orientación completa de los principios, reglas y procedimientos de la técnica.
- Paso 2: El coordinador anuncia el problema a ser tratado. Debe ser específico y no sesgado.
- Paso 3: Después de haber expresado el problema y haber explicado las reglas, el presidente pedirá sugerencias estableciendo el turno a seguir señalando al participante que debe comenzar. Se permite a cada participante presentar una idea por vez y no se permitirá a los participantes leer la lista completa de ideas que hayan tenido en la sesión.
Cuando se llega a un punto del desarrollo en que el volumen de ideas aportado decrece apreciablemente, se hará una ordenación o una lectura de las ideas aportadas, produciéndose generalmente una segunda fase creativa.
- Paso 4: Conclusión de la Tormenta de Ideas. Se dará por finalizada cuando ningún participante tenga más ideas que aportar. El resultado de la tormenta de ideas será una lista de ideas que contiene más ideas nuevas e innovaciones que las que habrían obtenido mediante la utilización de otros medios.
- Paso 5: Tratamiento de las ideas, para su correcta interpretación la lista de ideas obtenida se tratará de la siguiente forma:
Se explicaran las ideas que ofrecen dudas a algún participante, se eliminan las que estén duplicadas y se agrupan según criterios de ordenación adecuados, para poder simplificar el desarrollo del trabajo posterior.
- Paso 6: Conclusión, se prepara una lista maestra y se seleccionan las ideas más prometedoras. Existen dos tendencias en el pensamiento sobre quién debería hacer esa elección final. Una, liderada por el profesor Leo B. Moor del Masachusetts Intitute of Techology, una de las principales autoridades norteamericanas en el tema del seguimiento creativo, opina firmemente que el mismo líder que generó las ideas debe evaluarlas. Alex Osborn, en cambio sostenía que "por lo general es conveniente que la evaluación final sea realizada por las personas que sean directamente responsables del problema". Éstas pueden o no ser el grupo que hizo la tormenta de ideas.
Actualidad
El uso de técnicas como la de la lluvia de ideas en la empresa es cada vez mayor. Es por esto que cada vez están surgiendo más programas software y herramientas online que permiten a las empresas realizar sesiones de tormentas de ideas con sus empleados, clientes o con el público en general.