Valor actual neto
El valor actual neto es método de evaluación de inversiones que pretende obtener un índice único que, reuniendo en sí toda la información financiera del proyecto en cuestión, sea capaz de representar la deseabilidad el mismo por parte de la empresa o sujeto decisor en general. El objetivo de toda empresa es maximizar el valor de mercado de sus acciones, por lo que cuando una empresa compromete unos determinados fondos, lo hace con la esperanza de obtener en el futuro unos fondos superiores. Una empresa que debe decidir sobre la conveniencia de emprender un proyecto de inversión que implica invertir ene se momento un montante A0, y que durante los próximos “n” años, obtendrá los siguiente flujos de Q1, Q2, Q3…. Qn, para ver si el proyecto seria deseable podría simplemente proceder a sumar los flujos de caja esperados y si estos superan al desembolso inicial, entonces se estaría obteniendo el objetivo: Q1, Q2, Q3 …..Qn >A0
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Definición y calculo del VAN
A un decisor lógico no le daría lo mismo obtener un dinero en este momento que dentro de unos años. Entre otros factores porque un dinero en estos momentos podría ser colocado en el mercado financiero y obtener en el futuro una cantidad mayor a la inicialmente considerada. Siendo consciente de la importancia que el tiempo tiene en el valor del dinero, previo a sumar las cantidades Q1, Q2, Q3 procedería a homogeneizarlas, a hacerlas equivalentes, en un mismo momento utilizando para ello un factor corrector. Cuando un sujeto decisor actúa de esta forma, resta el importe que constituye el desembolso inicial o tamaño de la inversión y, suma y resta los cobros y pagos debidamente actualizados al momento de la inversión, esta obteniendo el Valor Actual Neto.
Podemos definir el VAN como el valor actual de todos los rendimientos futuros esperados; es decir; la diferencia entre el valor actualizado de los cobros esperados y el valor también actualizado de los pagos previstos. La calificación de neto proviene del que en esta definición se ha considerado el pago inicial o tamaño de la inversión, y el montante resultante es el excedente sobre la inversión valorado en unidades monetarias del momento cero.
Si k1, k2,…., kn es el tipo de descuento que creemos apropiado utilizar, respectivamente en cada uno de los sucesivos “n” períodos de tiempo, el VAN de un proyecto de inversión nos vendrá dado por la siguiente expresión:
Si la tasa de descuento permaneciera constante a lo largo de la vida de la inversión, es decir, k1= k2=kn la expresión nos quedaría:
En el caso particular en el que, además de la hipótesis del caso anterior, los flujos netos de caja fuera de igual cuantía casa periodo Q1=Q2=… Qn=Q:
Y por último, si junto a las circunstancias anteriores se dieran el caso de la consideración de una duración ilimitada (“n” tiene a infinito):
Todas estas expresiones, que se utilizarán en función de las características financieras del proyecto que se esté analizando, nos dan una medida de la rentabilidad absoluta neta. Neta por lo ya indicado y absoluta por venir expresada en unidades monetarias y no en relación al capital invertido: es decir, nos aporta la ganancia total en unidades monetarias del momento inicial.
Por tanto se atiende a la siguiente regla de decisión: Dado el objeto de maximizar el valor de la empresa, aceptaremos todo proyecto de inversión cuyo VAN sea positivo y rechazaremos aquel que sea negativo. Si el VAN fuera nulo, nos indicaría una situación de indiferencia del proyecto con respecto al objetivo perseguido. Por último, entre dos proyectos de inversión con diferentes VAN, en principio, el mejor de ellos será el del máximo valor.
Ventajas del VAN
Dos de las ventajas fundamentales que presenta este método:
1. La sencillez de su aplicación, por implicar la realización de operaciones matemáticas elementales.
2. A diferencia de los métodos estáticos o aproximados, considera el diferente valor del dinero en el tiempo. Permite esto que el sujeto decisor impute a cada unidad monetaria un diferente valor, en función del momento en que esté disponible para el, consiguiéndose la homogenización de cantidades heterogéneas y permitiéndose, por tanto, la comparación entre ellas.
Inconvenientes del VAN
1. La dificultad de establecer el valor óptimo de la tasa de actualización. Es necesario estimar una nueva variable, la tasa de actualización K, lo cual en la mayoría de los casos no constituye una tarea fácil. Son diferentes los criterios que pueden seguirse ala hora de determinar el valor de esta variable entre los que pueden señalarse:
- Coste del dinero a largo plazo: guiarse por este criterio nos hace suponer que el mercado existe un coste del dinero “k” único. De esta forma, cualquier persona que necesite fondos puede acudir al mercado financiero donde sabiendo que tendría que pagar por ellos un tipo de interés “k”. Igualmente una persona que tuviera un excedente de tesorería podría acudir al mismo mercado y obtener por el dinero depositado una rentabilidad “k”. El problema surge al contemplar que el mercado financiero es uno de los más imperfectos que existen, de modo que no es posible encontrar un único valor de “k”.
- La tasa de rentabilidad a largo plazo de la empresa: se exigiría una rentabilidad que se iguale a la rentabilidad que la empresa está obteniendo actualmente. En el caso de ser una empresa de nueva constitución, el mínimo se igualaría a la tasa media de rentabilidad del sector en el que se opera. La aceptación de este criterio es útil como forma de fijar el valor de la tasa de descuento, ya que la empresa debe intentar no bajar con la realización de nuevos proyectos su rentabilidad actual.
- El coste de capital de la empresa: una empresa debe exigir a sus proyectos como mínimo el coste que está sumiendo por el mantenimiento de una estructura determinada de pasivo. Lo normal es que la empresa no acuda a una única fuente de financiación, sino que combine recursos de diferentes naturalezas. Por lo que se utiliza una media aritmética ponderada de los diferentes costes.
Este viene a ser uno de los criterios más utilizados, no debe aceptar ningún proyecto de inversión que disminuya el valor de mercado de la empresa.
- K como un valor subjetivo: aboga por que sea el propio sujeto decisor el que fije una tasa o exigencia mínima de rentabilidad.
- K como un coste de oportunidad: nada más lógico que exigirle al mismo, como mínimo, que nos produzca una rentabilidad igual a la que sacrificamos al emprender el proyecto. Si consideramos que K es la tasa de rentabilidad a la que estamso renunciando por emprender el proyecto, al calcular el VAN estamos exigiendo a la inversión es que sea capaz de producir, como mínimo, lo que el importe de capital que necesitamos vincular producirá en el mejor de los usos alternativos al que debemos renunciar.
2. La hipótesis de reinversión de los flujos netos de caja ¿Qué ocurre con los flujos netos de caja una vez obtenidos? ¿Qué hacemos con este dinero? La respuesta es otro inconveniente del VAN. El VAN supone que los flujos de caja apositivos son reinvertidos inmediatamente a un tipo K’, que coincide con el tipo de descuento y; que los flujos de caja negativos financiados con unos recursos cuyo coste también es K’=K.
Esta hipótesis sería cierta si el mercado financiero fuera perfecto si se le presentara solamente dos alternativas: aceptar la inversión que está analizando o invertir los fondos en el mercado financiero a un tipo K. pero como hemos indicado es el mercado financiero uno de los más imperfectos, y por tanto son diferentes las alternativas de inversión que se nos presenta y diferentes los valores de al tasa de reinversión que pueden utilizarse.
3. Como opera ante proyectos de inversión independientes y mutuamente excluyentes. Si suponemos ahora que VAN1=VAN2 el criterio no distinguía entre ambos proyectos, pero en la práctica esta decisión es errónea puesto que cualquier inversor racional preferiría el proyecto con menos inmovilización financiera inicial, ya que, para el mismo tiempo, proporciona igual ganancia a menor coste. Dos proyectos con idénticas inversiones iniciales, igual VAN, pero distintas duraciones, es preferible elegir el proyecto de menor duración por proporcionar idéntica ganancia neta ante igual inmovilización financiera inicial y en menor tiempo.
El efecto de la inflación
Hasta ahora hemos ignorado un factor fundamental a la hora de homogeneizar cantidades futuras: la inflación. La inflación se produce en todas las economías y hacen que los flujos netos de caja tengan cada vez un poder adquisitivo menor. A medida que pasa el tiempo hace que una misma unidad monetaria tenga una menor capacidad de compra. Ante este fenómeno para trabajar con los flujos netos de caja se debe proceder en primer lugar a hacer homogéneos los mismo aplicando como tasa de descuento la tasa de inflación adecuada. Así, g es la tasa acumulativa de inflación necesaria para poder homogeneizar los flujos netos de caja teniendo en cuanta el valor del dinero en el tiempo para poder obtener los flujos netos de caja en términos reales. Obtenemos de esta forma al aplicar la exigencia mínima de rentabilidad (coste de oportunidad, coste medio ponderado de capital) y la tasa de inflación la ganancia absoluta neta en términos reales, referenciado al poder adquisitivo del momento cero.
Bibliografía
MARTINES SANCHES (2003): Fuentes de inversión y Financiación.