Negocio low cost

De Descuadrando

Contenido

Definición

Una empresa low cost es aquella que: Ajusta al máximo los costes en toda la cadena de valor, para que su repercusión al cliente final en el precio sea la mínima. Dichos ajustes se realizan, en la concepción del producto-servicio así como optimizando y racionalizando la gestión, eliminando lo superfluo, introduciendo procesos innovadores y aplicando intensamente la tecnología para aumentar la productividad.

Desagrega al máximo sus costes en oferta para que sea el cliente quien elija qué es lo que desea comprar, al encontrarse con una oferta perfectamente segmentada en la esencia del producto-servicio, así como en los distintos elementos que finalmente pueden ampliarlo o incrementarlo.

El ajuste de costes en ningún caso se hace a costa de los estándares de calidad que recibe el cliente en los productos o servicios que adquiere, tampoco a costa de los agentes internos y externos como empleados o proveedores. Ser una empresa genuinamente low cost es una decisión estratégica, lo que implica la transformación en profundidad de toda su cadena de valor, para adaptarla a los compromisos derivados de la citada estrategia. Con ello se asegura la sostenibilidad económica y social del modelo en el largo plazo.

Los clientes que consumen productos y servicios Low Cost obtienen un beneficio económico real con respecto a los que no lo son sin conceder rebajas en la calidad.

Actualidad

El gancho de los bajos precios en un momento de crisis como el actual ha puesto de moda el término low cost. Pero se está desvirtuando el concepto. Ser más baratos o hacer promociones no convierte a una empresa en una low cost real. Para que la cosa funcione y merezca la pena desde un punto de vista empresarial, los beneficios son intocables. “No se trata de poner precios bajos para sacar stocks, o de reducir el margen de beneficio. El low cost es tan rentable como el high cost”, asegura Eric Legras, socio de la agencia de publicidad TvLowCost.

Hoy en día no caben dudas de que el modelo de negocios conocido como low cost está entre nosotros para quedarse. No sólo que esta filosofía de gestión haya tomado cuerpo y se ha consolidado en varios sectores de negocios, sino que la misma se difunde en muchas otras áreas de actividad.

Lo que comenzó en al sector de las líneas aéreas en los EE.UU., hoy se ha difundido en todo el mundo y, en especial, en Europa, y así encontramos empresas “low cost” en sectores tan dispares como:

  • Líneas aéreas: Ryanair, Air Berlin, Easy Jet, Vueling, entre otras.
  • Cruceros turísticos: EasyCruise, que ofrece cruceros desde € 60 por noche.
  • Alquiler de automóviles: destaca Pepecar, con autos y motos desde un euro por día.
  • Hoteles: EasyHotel.com, Travelodge, Hoteles Accor, Sidorme, City Express. Ibis.
  • Cine en casa: e-Mule, Lime Wire.
  • Establecimientos de moda: H&M, Karl Lagerfeld, Madonna, Stella McCartney.

Existen, además, otros tipos de actividad que podrían ser asimilados al concepto de low cost, como son: los “outlets”, que proliferan cada vez más; las marcas propias de empresas de la gran distribución; las marcas B de las empresas de automoción (Skoda de Volkswagen y Dacia de Renault); agencias de viajes online; la banca por Internet; el fenómeno Ikea; o el ya famoso Tato Nano, un automóvil que se vende en India por 2.000 euros; entre otras.

El fenómeno de las empresas de bajo coste ha sido posible gracias a que han coincidido una serie de factores que hace dos décadas no existían:

  1. Internet.
  2. Las nuevas tecnologías logísticas.
  3. La globalización.
  4. La externalización.
  5. La desregulación del mercado laboral.

La posibilidad de reducir costes de distribución a través de Internet o del teléfono está en el origen de muchas empresas de low cost.

Relación calidad-precio

El low cost nunca debe estar relacionado con la bajada de calidad, si no que el esfuerzo debe hacerse en el proceso de producción mediante innovaciones, en el proceso de almacenamiento buscando formas mas baratas de almacenar, en distribución, comunicación, etc. Y esto ha de hacerse sin afectar a la calidad de nuestro producto o de servicio de manera que se trate en definitiva de ofrecer calidad a buen precio.

Surgimiento del low cost

El fenómeno low cost arrancó hace unos diez años entre las compañías aéreas, “cuando se produjo la liberalización del sector en Europa”, explica Josep Francesc Valls, profesor de Marketing de Esade, experto en la materia. Antes de eso, en los años 70, se había producido la liberalización en EEUU, “allí se produjo también un primer fenómeno de compañías low cost”, añade. En el caso europeo, no es hasta finales de los 90 que una serie de compañías aéreas tienen la oportunidad de lanzarse al mercado aéreo, “hasta entonces muy cerrado, muy caro y monopolizado por las compañías aéreas de bandera”, comenta.

A partir de aquí empezaron a surgir distintas empresas en distintos sectores, siguiendo el modelo low cost algunas con mas éxito otras con menos, pero finalmente el low cost se implanto como un modelo de negocio importante y muy a tener en cuenta.

Características de los negocios low cost

Austeridad y estructura mínima son dos de las claves del éxito de las compañías de bajo coste.

Las empresas de low cost aplican agresivamente la subcontratación (externalización). Al mismo tiempo se benefician de un marco laboral mucho más desregulado que hace veinte años. La globalización también favorece su política de eficiencia y disminución de costes. Ser capaz de detectar qué es exactamente lo que quieren los consumidores y ofrecérselo, en una forma lo más sencilla posible, despojada de todo lo que sobra y añada coste. Siguiendo el ejemplo "no frills" de las aerolíneas.

Consecuencias

Como consecuencia del fenómeno low cost, aparecen dos movimientos, los cuales en la actualidad están siendo en la actualidad más notables:

  • En primer lugar, empresas procedentes de diferentes sectores, empezando por las compañías aéreas y luego se fueron introduciendo compañías de otros sectores, llevan a cabo la producción de manera mas barata por lo que ofrecen el producto a un precio más barato de lo normal.
  • En segundo lugar, los clientes se acostumbran a encontrar en cualquier momento estos productos a este precio reducido, esto hace que se produzca una sensibilización hacia el precio, provocando que los consumidores no estén dispuestos a adquirir cualquier producto, en cualquier momento y a cualquier precio.

Bibliografía

Herramientas personales
Espacios de nombres

Variantes
Acciones